

Nuestra familia ha estado siempre muy vinculada a la caña de azúcar, de hecho mi abuelo, Manuel Mateos Rivas fue el último industrial azucarero de Almuñécar.
Desde pequeño solía escuchar sus apasionadas anécdotas vividas en la fábrica Santa Teresa, mas conocida como la fabriquilla en nuestro municipio.
Palabras como bagazo, zafra, tachas, melaza, azúcar pilé hoy en desuso, eran utilizadas a diario; toda una ciencia de como recolectar, extraer el guarapo, fermentarlo y convertirlo en sacarosa es hoy lamentablemente un sueño nostálgico en nuestra zona.
A modo de homenaje plantamos unas variedades típicas de la zona sin pensar que iban a tener tanta demada, por ello hemos querido compartir contigo la posibilidad de que recuerdes si has tenido la posibilidad, como era chupar esos canutos de caña.
Si eres neófito también unirte a esta pasión y disfrutar de una experiencia única.
Sobretodo para niños pequeños traviesos que no quieren la pasta o simplemente te dan guerra cada vez que lo intentas.